sábado, 28 de marzo de 2015

Trempulcahue, el transporte del Alma.

Las guardianas espirituales de los mapuches. 


Las Trempulcahue o Tempulcalhue son cuatro ballenas sobrenaturales pertenecientes a la mitología de los mapuches, un pueblo amerindio que habita en Chile y Argentina. 

Una Machi al convertirse en ballena.

Las Trempulcahue tienen forma de ballenas, pero en realidad son cuatro Machis (entidades religiosas y protectoras del pueblo mapuche) sentenciadas a transformarse en ballenas cada día a la caída del Sol. Estos seres sobrenaturales llevan las almas de los muertos hasta el "Ngill chenmaywe", lugar de encuentro espiritual que se relaciona estrechamente con la Isla Mocha, al frente de la provincia de Arauco, en Chile. A diferencia de otros guías espirituales, estas ballenas no pueden ser vistas por los vivos.

"Amuchura", La resurrección de las almas. Así llamaban los mapuches a Isla Mocha.
Para entender mejor la tarea de las Trempulcahue hay que conocer ciertas características de la religión mapuche. Para empezar, el alma del ser humano permanece en contacto con la naturaleza, por ello existe el Pu-Am, una ánima universal que envuelve todo lo que posee vida. De esta ánima universal se origina la de cada hombre, el Am, que acompaña su cuerpo hasta que muere. Sin embargo, no solo el ser humano tiene su Am: todo ser viviente posee su propia ánima, a excepción de los wekufe, un tipo de espíritu dañino ligado a la magia negra.

Cuando el hombre muere, su Am se convierte en Pillü y se resiste a alejarse de su cuerpo. El estado de su pillü es muy peligroso, ya que cualquier wekufe puede adueñarse de esa ánima y esclavizarla eternamente. Para salvarse, tiene que viajar a Ngill chenmaywe, isla que los muertos pueden alcanzar con las ayuda de las Trempulcahue. Cada ánima debe hacer una contribución en llancas (unas pequeñas piedras de color turquesa) para pagar el transporte. Este es el porqué de que al lado del difunto coloquen estas piedrecillas.

Las cuatro Trempulcahue realizando su eterna labor. 

Desde Ngill chenmaywe, las pillü se convertirían en alwe (espíritu), y en algunos casos, cuando una pillü alcanza la superación espiritual en la isla, puede lograr transformarse en un poderoso espíritu llamado pillán
Joya que representa un pillán.

Con el tiempo, los descendientes del difunto han perdido su recuerdo y, por fin, su alwe vuelve a reunirse al Pu-Am.  Así el ciclo alcanza su conclusión. 

Las Trempulcahue transportado una pillü.

sábado, 21 de marzo de 2015

Minairó por aquí, minairó por allá.

¿Cierto vecino ha obtenido una enorme fuente de ingresos sin jugar siquiera el cupón de la ONCE? No lo dudes; ha encontrado un canuto de los minairons.


Los minairons (singular minairó) son unos seres diminutos y muy trabajadores propios del folklore catalán. Concretamente se ubican en el Pallars Jussà y en la zona pirenaica de Cataluña, aunque también están presentes en la mitología del País Vasco.  Pueden ser conocidos como Menairons, Manairons, Diablorins, Femilians y Mamurrak (En el País Vasco).

Nuestros "muy pacientes" trabajadores.

Como he indicado, de ciertas personas que se habían enriquecido en poco tiempo se decía que tenían un canutillo con minairons. ¿Por qué? Bien, uno de estos canutos puede contener centenares de minairones. Al abrirse el canuto, los minairones hacen su aparición y acto seguido preguntan: què farem?, què direm? (¿qué haremos, qué diremos?). Si la persona que lo ha abierto no les ordena algo, vuelven a formular la misma pregunta. ¡Ay del pobre desgraciado que no haya ordenado aún la tercera vez! Los minairons, enfadados, apalizan a su dueño hasta la muerte. Pero si la orden es lo suficientemente rápida, lo hacen a la perfección y en un tiempo récord. Bastante impacientes, diría yo. Algún pobre viajero se topa de vez en cuando con un canuto de minairons y, conocedor de la leyenda, ordena a los serecillos que depositen rocas en las laderas de las formaciones montañosas, originando así las muchas tarteras que se encuentran por todo el Pirineo y salvando el pellejo. Cerca de la llanura de Taüs hay una inexplicable tartera en medio de un bosque. No hace falta aclarar de quien ha sido obra.

Si no se trata con mano firme a los minairons, lo más probable es que acaben construyendo tarteras sin parar.

Así pues, los minairons nacen de la Hierba menaironera, también llamada Hierba de San Juan, ya de florece y da fruto la noche del Solsticio de Verano. Crece en cuevas de mucha profundidad, guardadas por gigantes y dragones. La noche de San Juan, estos insólitos vigilantes permiten el paso a la cueva, pero sólo mientras duran las campanadas de medianoche (cosa que hace casi imposible hacerse con una de estas plantas).

Hierba de San Juan o Corazoncillo.

En definitiva: Los Minairons son unos muy útiles trabajadores pero, como acostumbra a pasar, les das la mano y te toman el brazo.